jueves, 26 de octubre de 2017

RESEÑA: AQUÍ EMPIEZA TODO





Título: Aquí empieza todo
Título original: Holding up the universe
Fecha de publicación: 22 de noviembre de 2016
Autora: Jennifer Niven
Editorial: Planeta (Cross Books)
Páginas: 496




A veces, cuando conoces a alguien, tu mundo cambia. Todo el mundo cree conocer a Libby, aunque nadie se ha parado a pensar cómo es ella realmente, más allá de su aspecto y de su peso. También todos creen conocer a Jack, ese muchacho encantador que oculta un profundo secreto. Cuando una cruel jugarreta los enfrenta, los dos van a descubrir que la soledad compartida es menos solitaria. Son dos adolescentes rotos: de corazón a corazón.




Aquí empieza todo me lo he leído desde el móvil, y, aunque hacía bastante tiempo que no leía así, no me ha desagradado del todo la experiencia. Además, para que os hagáis una idea de lo que me ha gustado, iba tanto en el bus como por la calle leyendo sin parar. Ni siquiera ir en un asiento al revés me ha parado de disfrutarlo y de devorarlo en cuestión de unos tres días. 




Lo primero que me llamó la atención de este libro cuando lo publicaron fue su portada. No vamos a negar que esta es el principal motivo por el que nos interesamos en unas lecturas y no en otras, o, al menos a mí sí que me pasa. Por ejemplo, si veo que una portada es demasiado cursi ni me detengo a leer la sinopsis porque ya sé que no es algo que me interese demasiado. Y este libro en concreto lo podrían haber vendido como algo romántico, para l@s aficionad@s del género. Cuidado, no es porque sea un libro pasteloso, pero es que hay veces que aprovechan el mínimo tinte de romance para crear unas expectativas concretas sobre el contenido que luego no son reales. Sin embargo, me ha parecido todo un acierto que no hayan enfocado de esa forma el diseño, puesto que esa portada es perfecta y preciosa. Creo que es tan sencilla y a la vez elegante que te atrapa por eso. Encima es que en relación con el libro, es una especie de metáfora sobre lo especiales que son los protagonistas (o así es como yo lo he interpretado al menos).

La trama del libro es sencilla y eficaz: Libby es una chica que tiene sobrepeso, y Jack padece prosopagnosia (una enfermedad que hace que no reconozca las caras de la gente, ni siquiera de sus seres queridos o amigos). Por un incidente en el instituto, los dos acaban teniendo que relacionarse por un castigo que se les impone. De este modo, se dan cuenta de que en el fondo, no están tan solos como piensan.

Para mí, la premisa de que los dos protagonistas tengan problemas personales y que hayan de lidiar con ellos es muy interesante. Un enorme logro de la autora es que los dos sean tan diferentes y, a la vez, tan iguales, ya que hace que te des cuenta de lo relevantes que son las apariencias y los prejuicios en la sociedad actual. Y por si esto fuera poco, se tratan muchos temas como la soledad, el perdón, la superficialidad o la muerte. Al hablar de tantas cosas puede parecer que no profundiza, pero realmente sí lo hace, dando a cada cual su importancia correspondiente. Y son esta variedad de temas y el hecho de que no hay subtramas innecesarias los que hacen que la novela pueda avanzar y no esté repitiendo lo mismo una y otra vez. 




 En lo que a los personajes respecta, Libby y Jack me han ENCANTADO. Pienso que ambos son redondos y que son lo mejor del libro con diferencia. Os tengo que advertir de que es una novela de personajes, es decir, que todo lo que pasa gira en torno a ellos y su evolución. No tiene plot twists que te dejen como... OMG. Aunque no es algo malo, porque lo suple con creces con los pensamientos de los protagonistas y sus reflexiones. Al menos a mí los libros de este tipo me encantan, ya que puedo ver cómo van cambiando todos, incluso también lo voy haciéndolo un poco con ellos. 

Jack es el típico chico popular y chulo al que todos adoran y con una novia arrogante y conocida como él. Padece prosopagnosia, y eso hace que se tope constantemente en situaciones comprometedoras que, hay que admitirlo, pueden llegar hasta cómicas (vistas desde fuera, claro, porque vivirlas día a día sería horrible). Su enfermedad hace que esté distanciado de sus seres queridos, pues hay veces que por más que lo intente, no puede disimular completamente que tiene un problema. Además de todo esto, tiene problemas con su padre (no voy a decir cuáles para no hacer spoiler de nada) y no cree que nadie lo comprenda como a él le gustaría. Jack me parece genial no solamente por su personalidad (debajo de ese chulito hay un corazón enorme), sino por la historia tan bien construida alrededor de su presente y su pasado (hay bastantes flashbacks que te explican o amplían cosas y que son muy útiles y amenos para el lector).

Por otra parte, Libby es la chica con sobrepeso que sufre bullying  por estar así desde que ha vuelto al instituto. Cuando era más pequeña su madre murió, y por eso empezó a comer desmesuradamente hasta que llegó a ser la chica más gorda de América. Para sacarla de su casa tuvieron que demoler las paredes de la misma, lo que la marcó profundamente. Por todo ello, ha llegado a ser como es, una luchadora nata. Constantemente nos podemos ver reflejados en ella tanto por sus experiencias como sus temores o pensamientos sobre el mundo que la rodea. Se siente impotente en un mundo en el que la superficialidad es lo más importante de todo y prima sobre el carácter de cualquiera, y está constantemente intentando cambiar las cosas. Esto se junta con su genial personalidad, que es lo que hace que le cojamos cariño. Llegamos a empatizar hasta tal punto con ella que es como si las cosas que le suceden nos pasaran a nosotr@s, puesto que es una protagonista original a la que queremos proteger sea como sea.

El único inconveniente que le he encontrado a Aquí empieza todo es que los personajes secundarios no son ni relevantes ni profundos. Solamente sirven como excusa para que haya un conflicto al que se tengan que enfrentar Libby y Jack. De hecho, podrían ser prescindibles al 100%.




Como ya podréis saber por otras reseñas, una de las formas de contar historias que más me gusta es la de los múltiples puntos de vista (cuya reina es Wendy Davies, por cierto). Adoro que no solamente me cuenten una versión, sino que se vean reflejadas las múltiples formas de ver el mundo que tienen los personajes principales involucrados. Creo que es algo que enriquece por completo la narración y que es, a la vez, muy difícil de hacer bien, ya que tienes que cambiar toda la técnica en un capítulo y otro. Sin embargo, la autora lo hace genial, dando la sensación de que cada punto de vista sea opuesto, y esto hace que la aplauda (*insertar aquí aplausos mentales*).

No puedo dejar de hablar de la relación amorosa de Jack y Libby. Es algo precioso, que va evolucionando de forma natural y que tiene un ritmo normal (no como en esos libros en los que se conocen y a las diez páginas ya se están besando, lo que me resulta EXTREMADAMENTE surrealista). No parece forzado tampoco, y la forma en la que se nos va contando durante la obra lo confusos que están y cómo se sienten es estupenda. Me ha parecido una pareja tan real que los he shippeado demasiado. Además, el final es un perfecto desenlace para estos personajes tan carismáticos y entrañables (y no entro en más detalles que quiero que descubráis por vosotr@s mism@s todo lo que pasa). AVISO: a las personas (como yo) a las que no os gusten las hisorias empalagosas en las que el 99% del tiempo el/la protagonista se pasa pensando en cómo de increíble es la otra persona os va a gustar. No se trata de una historia romántica, sino una narración de los problemas de un chico y una chica que por circunstancias ajenas se acaban gustando. 

Algo que tengo que destacar es la tremenda tarea que ha hecho Jennifer Niven para construir los personajes de Jack y Libby. Respecto a Jack, ha investigado muchísimo para poder reflejar su enfermedad correctamente, debido a que ella no padece prosopagnosia. Sin embargo, para escribir el libro ha contado con la colaboración de su experiencia con familiares que sí la padecen y un hombre que ha ido leyendo y corrigiendo lo que escribía sobre la enfermedad. Incluso ella ha ido recopilando por su cuenta muchos datos como que algunos enfermos de prosopagnosia son Brad Pitt y, según las teorías, Lewis Carroll.  Respecto a Libby, la propia Jennifer sufrió acoso escolar por sobrepeso, y se ha inspirado en lo que vivió para explicar cómo se siente una adolescente cuando la tratan de esa forma, las inseguridades y complejos que termina por tener. Los dos temas te tocan la fibra sensible, y hacen que te replantees tus pensamientos y actuaciones en base a lo que has leído, algo que me apasiona (adoro que los libros me hagan reflexionar). Por todo esto, gracias, Jennifer Niven, creo que has hecho del mundo algo un poco mejor.




RESUMIENDO: Aquí empieza todo es un libro ameno perfecto para la gente a la que le gustan los dramas personales con un poco de romance y los temas como el bullying. La tarea de la autora para reflejar los problemas de la adolescencia y la superficialidad del mundo es extraordinaria. Y algo genial también es su forma de contarlo, desde las dos perspectivas de los protagonistas: Libby y Jack, quienes sufren una evolución prodigiosa, y con ellos, nosotr@s también crecemos interiormente. 


LO BUENO:

- Los protagonistas.
- El reflejo del bullying y la prosopagnosia.
- Se nota que la autora ha investigado muchísimo para poder contarnos bien la historia.
- El vínculo que se establece entre Libby y Jack.
- Los flashbacks.
- Lo ameno que es.



LO MALO:

- Los personajes secundarios son planos y te dejan indiferente.




PUNTUACIÓN:

           




CANCIÓN A LA QUE ME RECUERDA EL LIBRO:





¿Y vosotr@s habéis leído Aquí empieza todo? ¿Tenéis planeado hacerlo? Y lo más importante... ¿Os ha gustado la reseña?



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